domingo, 3 de mayo de 2015

VIVENCIAS: LA FIBROMIALGIA TAMBIÉN AFECTA A LOS HOMBRES

LA FIBROMIALGIA TAMBIÉN AFECTA A LOS HOMBRES

(Tomado de una carta de Presentación en una Charla sobre nuestra Asociación)

ME LLAMO JACEK, TENGO FIBROMIALGIA Y  PERTENEZCO A LA ASOCIACIÓN
JUNT@S PODEMOS.
¿A qué suena como una presentación en una reunión de Alcoholicos Anónimos? Y es que
 tienen algo en común, ya que es para siempre y te cambia toda la vida, hace estragos  en
 lo familiar, social y laboral.

Mis molestias han empezado hace muchos años, en principio de modo poco frecuente pero
 repetitivo.
 Me sentía machacado, con el cuerpo molido por los dolores y un enorme bajón
de energía.
Luego todo empezó a repetirse mas a menudo y al final fue continuo. Nadie me explicaba
 que me estaba ocurriendo . Todos lo achacaban a demasiado trabajo y poco descanso.

Empece a cuidar mis descansos pero nada cambiaba. Lo peor, aparte de los dolores
eran las alteraciones de sueño, intermitente, nervioso, lo que me impedía descansar.
Empezaron los fallos de memoria y desconcentración, cansancio que me llevaba a cerrar
 los ojos en los momentos menos deseados.

El resultado de todas las consultas por las que pasaba era "está exagerando""no hay
 nada, son sus imaginaciones". Les faltaba decir está loco. Esto supongo qué pasó a muchas
de las personas reunidas aquí hoy.
Al final, durante un ingreso hospitalario por otras dolencias en el año 2005, en la Unidad
 del Dolor un médico concluyó: tiene fibromialgia.
Pensé que esto aclararía todo, que se podría tratar,   pero que equivocado estaba, no
conocía esta enfermedad, sus pormenores y pormayores. No sabía por aquel entonces
que cuando te agarra, cuando se establece contigo es como tener una esposa de estas
en lo bueno y en lo malo, aunque más en lo malo, y hasta que la muerte nos separe.

Mas adelante ya me informé de todo sobre ella y de que era una enfermedad
mayoritariamente femenina. ¡Y tanto!, de esto me iba a enterar más tarde. Si las mujeres
teneis difícil  el reconocimiento de la enfermedad y su influencia a la hora de poder
desempeñar tareas, trabajo o vida cotidiana, en el caso de que sea un hombre quien la
padece, es todavía peor.

Como tenemos buen aspecto muchos lanzan opiniones directas o indirectas
de que se está simulando, fingiendo,  esta mal pero es de la cabeza, es un vago y
muchas otras parecidas.
 Se notan las miradas de desaprobación, medias sonrisas, algunos incluso te lo dicen
 a la cara. Incluso personas que supuestamente están para ayudarte lo muestran así.
 Con la enfermedad ya diagnosticada me enfrenté con que algunos de los médicos,
 Inspectores de sanidad directamente me mandaban al psiquiatra.
Un hombre con fatiga crónica o fibromialgia lo tiene más difícil.


Por esto, desde aquí quiero lanzar mi voz de protesta: no discriminen a los hombres
porque normalmente suele ser enfermedad de mujeres. Estamos sufriendo igual,
cuando pedimos ayuda es que la necesitamos. Tener buen aspecto no determina que
 no estamos enfermos,  y para muchas cosas incapacitados. No nos dejen  marginados.

A mi ,esta enfermedad, unida a otras dolencias, me apartó por completo de mi
 trabajo, mi estilo de vida, mi modo de ser. Me incapacitó, pasé por una etapa de resignación, me abandoné en este mal. No era difícil: yo estaba mal, el entorno cada
 vez mostraba más y más su desaprobación, incluso algunos médicos.
Toqué fondo, pero empecé a darme cuenta que en todo este tiempo también hubo
 personas a mi lado. Mi mujer, apoyandome todo el tiempo y sufriendo conmigo y algunos 
verdaderos amigos. Es que no sufrimos solos, hay muchas personas cercanas que sufren
 por la fibromialgia sin padecerla.

Empezamos a informarnos entre libros, artículos, internet...Decidí enfrentarme a este "bichejo"
que tanto daño nos hace. Primero aceptando que la enfermedad estará.
Partiendo de esto, a intentar mejorar la calidad de los días. Se estableció un tratamiento
 con medicamentos. Probé terapias alternativas que ayudan: acupuntura, tai-chi, masajes, balneoterapia, meditación. Lo último practico todos los días antes de acostarme, apacigua
 mi sueño.

Descubrí por mi mismo buenos efectos de una terapia alternativa, el reiki, método
 procedente de Japón y muy extendido en paises como Estados Unidos y Alemania.
Me inicié incluso en él para poder ayudar a otros, no solo a mí.

En la Asociación ya contamos con algunas terapias de bienestar como los talleres de
taichi o balneoterapia, con SPA, y seguro que conseguiremos más.

A pesar de estos pasos, la enfermedad está ahí, pero yo con ella me llevo mejor, comprendo
 más sus apariencias. Lo que si sé que entre la sociedad, entre la gente de alrededor hay
 mucha incomprensión hacia los que la padecemos. Por eso lo bueno fue encontrarme con
 la Asociación.
Aquí sé que todos saben de qué hablo, nadie va a mirarme como a un enfermo mental.
 Somos iguales, nos entendemos.

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