EL ANTES Y EL AHORA
(EL DÍA A DÍA CON ESA GRAN DESCONOCIDA: LA FIBROMIALGIA)
Me llamo Eva, soy madrileña de
nacimiento y asturiana por elección, tengo cincuenta y cuatro años y muchas ganas
de vivir. Estoy contenta porque al final
conseguí lo que deseaba: vivir donde quiero con las personas que quiero. Pero
me está impidiendo disfrutar de lo conseguido, el no aceptar a “la Eva de ahora” y dejar atrás a “la Eva de antes”.
Antes
madrugaba (me levantaba a las seis y media de la mañana) ordenaba la casa antes
de irme a trabajar, llegaba a las cuatro de la tarde a casa y el resto del día era
para la familia, para mí y la casa (compartida con mi marido), no dormía siesta
habitualmente y me acostaba más allá de las doce y media de la noche.
Ahora me obligo a levantarme a las 9h (si por mí fuera
no me levantaría) y me siento agotada según me levanto, y esos son los días que
estoy mejor porque con suerte ese día no me duele alguna parte de mi cuerpo lo
suficiente como para que pueda pasar sin tomar calmantes. Me vuelvo a sentar
para la siesta (sin contar las veces que me he sentado “cinco minutos” durante
la mañana) y me suelo ir a la cama a las diez u once de la noche.
Ahora no trabajo fuera de casa. El trabajo más duro de
casa (para mí), es mantener la casa limpia y me lo hacen; Me gusta cocinar pero
me canso de estar de pie. Si salgo tiene que ser por la mañana o la tarde y
llego agotada, ya no puedo hacer eso que dicen los hombres que nos gusta tanto
a las mujeres que es ir de compras. Pero tampoco puedo recorrer la ciudad y sus
monumentos, ni hacer rutas o visitar todos esos
parajes que no conozco de Asturias.
Antes,
y no me voy a remontar a cuando esquiaba, con cuarenta años iba al gimnasio,
nadaba, hacía yoga y andaba todos los días dos horas mínimo, dependiendo del
tiempo que tuviera.
Ahora voy a la piscina dos veces en semana (por
prescripción facultativa) y andar no llega a media hora y porque tengo
(obligación) que sacar a la perra.
Antes tenía mi trabajo
y cuando me quedé sin él pensé que tenía otra oportunidad laboral e hice mis
planes para la segunda oportunidad: iba a hacer cursos de informática (porque
me gusta), para después dedicarme a ello.
Ahora tengo el tendón del brazo derecho roto y no puedo estar
mucho tiempo utilizando el ratón. En vez de hacer cursos de informática estoy
haciendo “cursos sobre el Servicio Sanitario y sus dioses”. No puedo estar
mucho tiempo sentada porque las caderas y las lumbares no me lo permiten.
En un período de mi
vida, caí en una depresión y con ayuda profesional salí del agujero y aprendí hacerme
fuerte y a quererme como era y no necesité ni quise ir por la vía de los
medicamentos.
Ahora
te encuentras con dos situaciones psicológicas diferentes:
Una, tu mente se cansa de luchar contra esta
situación, encontrarte en un cuerpo de lo que debería ser una persona de
ochenta o noventa años. Entonces te
deprimes, te pones de mal humor, pero una vez que utilizas el razonamiento
y la
aceptación de los hechos intentas disfrutar de la vida con las
limitaciones actuales.
Otra,
luchas contra un fantasma. Una nube que se te posa en el cerebro y no te deja
ver la luz. Cuando aparece la nube que se te va metiendo en el cerebro que hasta
las neuronas “se deprimen” contra eso no vale el razonamiento, no sirve ningún
método de psicología, no puedes luchar porque estás tan agotada psíquicamente que no te deja ni pensar y esta
situación aparece según abre los ojos (si es que has podido cerrarlos).
Hay
muchos más síntomas que no he mencionado porque ya me parece suficiente como
muestra.
ANTES era una persona
activa AHORA intento
ser realista para poder seguir siendo “activa”.
He visto a mi hermana luchar contra esta enfermedad a distancia. Ella vive en Asturias y yo Gran Canarias. Cuando hablamos por teléfono se cansa enseguida y a pesar de ello estamos a veces mas de una hora hablando, preocupándose de mi y de nuestra familia. Es una luchadora. Tod@s los sois.
ResponderEliminarAnimo a tod@s
Un beso grande, hermana
Gracias, hermana pequeña por entender (o por lo menos intentarlo) lo que me pasa que estoy convencida de que es lo mismo que le pasaba a mamá.
Eliminar